Adherirse a un horario riguroso de inspecciones de maquinaria asegurará que ningún detalle se escape, especialmente en el caso de un taladro de columna vertical. Afortunadamente, llevar a cabo una inspección en este tipo de taladro no resulta laborioso. Ahora, exploremos con qué frecuencia se debería realizar la inspección de tu taladro de columna vertical.
Frecuencia
La mayoría de las piezas móviles de un taladro de columna vertical requieren una revisión semanal. En este momento, verifica la presencia de piezas sueltas, corrosión, la correcta lubricación y la eficacia general de la herramienta. Solo es necesario revisar la correa una vez al mes para garantizar su óptimo rendimiento.
Aunque los taladros de columna verticales suelen ser confiables, su eficacia depende en gran medida de tus esfuerzos de mantenimiento. Incluso si todo funciona correctamente, realiza estas revisiones de manera sistemática cada semana y mes.
Poleas y correa de transmisión
Comencemos con la revisión mensual de la correa y las poleas. La condición de la polea debe ser tu principal preocupación. De un vistazo, asegúrate de que puedan moverse libremente y sin rebabas que puedan dañar la correa.
Luego, verifica si la correa está floja o estirada. Observa si las ranuras y los dientes están en buen estado y que no esté desintegrándose. Si la correa está floja, evita apretarla, ya que esto podría acelerar su deterioro. La tensión ideal para la correa es una presión hacia adentro de medio pulgada.
Spray lubricante
Un taladro de columna alberga numerosas piezas móviles. La lubricación de los componentes giratorios es esencial para preservar su funcionalidad. Aunque el portabrocas constituye la parte sólida del taladro, tiende a desgastarse rápidamente. La aplicación de un spray de lubricante seco proporcionará una capa adicional de protección para evitar su desajuste. Asegúrate de rociar también el eje del portabrocas, el mango y el husillo.
Los componentes metálicos de un taladro de columna pueden corroerse con el tiempo. Afortunadamente, los lubricantes son efectivos para prevenir la oxidación al repeler la humedad.
Eliminación de polvo
Aunque las diminutas partículas en suspensión pueden parecer inofensivas, su acumulación puede ocasionar problemas. El polvo puede acelerar el proceso de oxidación y provocar daños en la máquina. Por ende, las revisiones semanales son cruciales. Si el taladro de columna presenta más polvo de lo habitual, utiliza aire comprimido para limpiarlo.
Verificación de conexiones
Nada resulta más frustrante que asumir que algo está inoperable, solo para descubrir que el problema radica en la conexión entre cables. Asegúrate de que no haya cables o conexiones sueltas, ya que incluso una pequeña imperfección entre el cable y el enchufe podría dejar la máquina inservible. ¡No olvides comprobar el botón de encendido/apagado! Los pernos que sujetan la base y el banco de trabajo podrían aflojarse debido a las vibraciones generadas durante el uso del taladro. Si esto ocurre, ajústalos para asegurar la estabilidad de la máquina.
Saber con qué frecuencia inspeccionar tu taladro de columna vertical garantiza que el equipo de tu taller se encuentre en condiciones óptimas.